Esos galápagos acostumbrados a crear posturas al sol al paso de nuestras embarcaciones, con sus cuellos alargados que extienden al máximo como para decirnos algo…
Esos ánades que se refrescan en las aguas del Segura y que despegan su vuelo siempre en pareja con el indetectable crujir de una rama…
Las elegantes garzas blancas, los temibles jabalíes, las escurridizas nutrias, los silenciosos zorros, … Y cómo no, el elegante martín pescador con su plumaje azul turquesa que permanece inmóvil y observador a nuestro paso…
