Lo que el Cañón de Almadenes esconde
Lugar protegido por la naturaleza desde hace miles de años. «Tenemos la Responsabilidad de seguir haciéndolo».
Por la ladera noroeste de la sierra del Molino encontramos el cañón de Almadenes. Este accidente geográfico, excavado por el río Segura (150 mts de profundidad), emerge como una gran hendidura de paredes empinadas y rocosas, que se han ido formando mediante grandes periodos de erosión. La tenacidad del río a su paso por este territorio, formado por rocas blandas, ha convertido el cañón de Almadenes, en un espectáculo turístico imprescindible, con una riqueza natural y paisajista, que le hace ocupar un lugar muy destacado en nuestra región.
Y no solo nos ofrece el cañón de Almadenes un espacio natural protegido, sino que también, acoge y esconde un espacio cultural de enorme trascendencia, pues en una de las cavidades erosionadas por el Segura a su paso por Calasparra, encontramos una estación de arte rupestre y estratos arqueológicos. Hablamos, sin lugar a dudas, de los Abrigos del Pozo, en los que, hasta el momento, fechamos hábitats de sociedades que nos remontan al epipaleolítico y que se alargan en el tiempo hasta los ss. IX al X.
Los Abrigos del Pozo o Cueva de los Monigotes como nos gusta llamarlos, a los que somos de Calasparra , un cariñoso nombre que hace un guiño a estas pinturas esquemáticas en su variedad de representaciones. Allí en los Abrigos, perfectamente escondidos por la vegetación propia de bosque de ribera, junto al río Segura, escuchando el silencio de algunas especies que allí habitan, nos gusta pensar en esos pobladores, nuestros antecesores e imaginar que harían allí mismo hace miles de años, sus entretenimientos, gustos, su alimentación. Sería esa su primera forma de comunicarse, su primer lenguaje. Qué querían transmitir? Si esa parte del Cañón de Almadenes pudiera hablar, que nos contaría?