
Entre las paredes del cañón, que llegan a alcanzar los 150m de altura, discurre el río Segura. Aguas limpias y tranquilas en la parte alta, perteneciente a Calasparra y un curso más aventurero y nervioso en la parte baja.
Esto permitió hace casi 30 años lazar el producto turístico del Paseo Fluvial Cañón de Almadenes. Su valor añadido es la parada y visita obligada a los Abrigos del Pozo («Cueva de los Monigotes«), declarados Patrimonio Mundial.