La privilegiada situación de Calasparra recorrida por cuatro ríos (Segura, Argos, Quípar y Moratalla) ha posibilitado el doblamiento de la zona desde las primeras etapas de la prehistoria. Numerosos vestigios recuerdan el paso de las distintas civilizaciones por este Terreno, desde el Argal a los Iberos, o desde los Romanos a los Musulmanes.
Tras la conquista musulmana, en 1289, la villa de Calasparra es donada por Sancho IV a la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, que la mantendrá en su poder hasta mediados del s. XIX.
Aunque no es el más abundante, el producto emblemático de Calasparra, debido a su extremada calidad es su arroz, único cereal con denominación de origen. El coto arrocero de Calasparra no es muy grande, pero destaca por la belleza y armonía de las “cajas” de arroz anegadas de agua en la época de la siembra, que flanquean, como luminosos espejos, los márgenes del río Segura.
Con una longitud aproximada de 3 km, el Bosque de galería permite admirar una exuberante flora compuesta por multitud de variedades, a ambos lados el río Segura, con un alto Valor ecológico. La zona está protegida por la declaración de “Reserva Natural de Sotos y Bosques de Rivera de Cañaverosa”. La limpieza de los márgenes de los ríos, con talas indiscriminadas enfocadas al control del caudal fluvial… la construcción de presas y la puesta en cultivo de sus fértiles tierras adyacentes, ha ocasionado la desaparición de los bosques de rivera en la provincia de Murcia, de ahí la importancia de éste reducto natural, también denominado bosque caberna.
En el término de Calasparra, o en sus proximidades, se sitúan los Pantanos del Cenajo, Argos y Alfonso XIII o del Quípar. El Pantano del río Quípar constituye un bello ecosistema donde habita una gran variedad de especies animales y vegetales que se pueden observar en su estado natural. El Pantano y su entorno forman parte de la ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves) de la cuenca del Segura, Quípar y Capitán.
www.calasparra.org